Son preguntas
que nadie sabe responder, y porque no responde los que deberían hacerlo. ¿Por
qué ese sonoro silencio?, Y no se dan cuenta que eso que se niega a decir, tiene
muchas soluciones. Mediante "reformas estructurales" que lo impulsen.
La gran reforma
pendiente es reforzar la inversión, pública, privada o pluscuamperfecta. Ya ha
quedado claro que algún grado de ortodoxia presupuestaria será seguramente
necesario (sobriedad, mejor que austeridad), pero que no crea empleo; es más,
puede destruirlo y lo ha destruido. Lo que crea empleo es la inversión. Lo ha
reconocido hasta Angela Merkel, por su sencillo y directo nombre (inversión):
"Se necesitan políticas de
competitividad, crecimiento y ocupación", El giro consiste en aumentar las
políticas de crecimiento y modular la restricción presupuestaria,
"aprovechando al máximo la flexibilidad integrada en las normas vigentes
del Pacto de Estabilidad y Crecimiento". El contenido de las normas
vigentes. Es una relectura, una nueva interpretación, de unas políticas que no
funcionan y un giro, de 360º.
Lo principal es
asegurar nuevas inversiones. Relanzar el Pacto por el Crecimiento y el Empleo,
que se quedó corto, y el apoyo al mercado interior, que complete lo que ha
destruido la globalización, para superar los 28 mercados actuales; Ni siquiera
los retro-fracasos encontrarían argumentos en contra de apoyar el mercado
interior, o sea, mercado, mercado.
Y también la movilidad
del mercado de trabajo: más Erasmus, más calificación laboral, más formación
profesional. Mercado, mercado. ¿Con qué recursos? Con emisiones masivas de
bonos del Banco Europeo de Inversión (BEI), como propuso Jacques Delors en 1993
y que sugieren de nuevo, varias voces.
Ya los
compraremos los ciudadanos, o/y el Banco Central Europeo (BCE). Para eso
tenemos, al Banco Europeo de Inversión (BEI) y al Banco Central Europeo (BCE). Y
no solo tenemos el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) si no también el
Pacto por el Crecimiento y el Empleo (PCE).
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